Sacrificios, Ambientacion y Abraham

Abraham Sanchez

El miércoles pasado vi por primera vez en mucho tiempo a Abraham Sánchez, quien, como todos sabemos, se ha desaparecido completamente para entregarle todo a su nuevo cortometraje “Sanguijuelas”, el cual es muy diferente a su previo trabajo en todo aspecto posible. Al principio del año Abraham iba uno o dos días a mi casa al mes para mostrarme cosas, para recoger algo, o entregarme algo, etc. Pero desde que comenzó este proyecto es como si se lo hubiera tragado la tierra. El día 7 de Septiembre, Luis Blanco, quien es el encargado del audio en la postproducción tanto en “BUENOS TIEMPOS” como en “Sanguijuelas”, tocó en el ICBC como parte de un experimento musical llamado “Rió” y fue ahí donde yo y Abraham nos encontramos. Fue un encuentro sumamente agradable, y en cuanto acabó el evento salimos afuera y prender un cigarro y conversar de lo que debíamos hablar, nuestros proyectos.

Hubo un momento muy chistoso al comienzo en donde Abraham y yo nos reímos afirmando que tanto un proyecto como el otro son experiencias que nos han enseñado y en cierto punto cambiado nuestra manera de ver las cosas respecto a cine, mas resaltable aún es que son cosas que nunca habíamos hecho antes.

Escribo esta reseña por dos puntos que tocamos de la manera más constructiva posible, y después de recordar tristes casos como este es agradable saber que hay gente dispuesta a diferenciar con tus ideas y mantener una buena relación.

El primero de los puntos se podría decir que es relativo con SACRIFICIOS y que es lo que estamos dispuestos a sacrificar.

Hace unos años mí querido y estimado Alberto Gutiérrez me dijo que si había algo que no le gustaba era que quisiéramos lidiar con la mayoría de las cosas en la post-producción, al mismo tiempo yo afirmaba que esa era la manera más conveniente de hacer las cosas. Claro, para eso ocupas a un experto en esa área que sepa sacarle el mayor provecho a las imágenes, y quién mejor que la persona que creó un pueblo digitalmente en la post producción para su cortometraje, lo adivinaron, Álvaro Zendejas. Otro ejemplo, que de echo los señalé aquí en el blog, fue cuando hicieron un reportaje para Cultura Cuadro sobre un grupo musical, y en una toma en la que estos posan frente a la cámara en Plaza santa Cecilia vemos una manta tras ellos con el sello de Cultura Cuadro. Quedé con la boca abierta cuando Álvaro me contó que la manta fue creada digitalmente, ahorrándose todo el procedimiento que hubiera requerido conseguirla físicamente (En el min. 1:57 de este video pueden verlo). Esta es la manera que a mí me gusta que se hagan las cosas, para BT apliqué esto en muchos aspectos, no quiere decir que hagamos las cosas tan deliberadamente, ciertas precauciones deben ser tomadas, y las tomamos. Pero antes de este largometraje lo aplicamos levemente al cortometraje “Redemption” que hicimos para filmaka, el cual comienza con un hombre tirado en el piso momentos antes de que le den un balazo en la cabeza. Lo pudimos haber hecho en el momento derramando sangre físicamente en el piso, o nos pudimos haber evitado mostrando la pistola disparar a la cámara o algo así, pero la mejor y más impactante opción definitivamente era la que acabamos usando. Esto es algo común y no soy el único aquí en la localidad que lo ha usado, pero digamos que esta misma manera de hacerlo lo estamos aplicando a una mayor escala. Para Álvaro el proyecto es como su puerquito de guinea con el cual esta experimentando con cosas que nunca había hecho antes.

Sin embargo, está el otro lado de la moneda. Mientras que esto es mas práctico requiere muchísimo más tiempo que lo que se tomara hacerlo de la otra manera convencional. Esto es nuevo para mí. Proyectos como CUARTO y “Cenizas Quedan” los comencé en un verano y para el invierno ya los andaba acabando, “Séptimo en la Frontera” lo comencé en Julio del 2007 y en Mayo del 2008 ya lo andaba estrenando. Pero ninguno de esos trabajos requirió lo que ahora estamos haciendo para este proyecto. No me malinterpreten, no me arrepiento en lo mas mínimo de la manera en como lo estamos haciendo, simplemente es nuevo para mi. Dos años han pasado desde que lo comencé, nunca antes había tardado tanto, lo cual es razonable ya que nunca antes había hecho un largometraje de ficción. No todos de los que conocen este proceso concuerdan, de echo creo que yo y Álvaro somos los únicos que lo defendemos, pero es aquí donde cada quien tiene la opción y libertad de hacer sus trabajos como quieran. La pregunta es, que estás dispuesto a sacrificar? Sacrificar el placer de ver tu trabajo terminado en menos de un año? O sacrificar mucho dinero y practicalidad? Yo tomé mi decisión, no me arrepiento, y a veces duele, pero créanme que ver como poco a poco el proyecto va quedando es igual de placentero que verlo entero 9 meses después de haberlo iniciado. But that’s just me!

El segundo punto que tocamos fue sobre su corto y AMBIENTACION.

No me pregunten ni como, ni cuando, ni donde, pero yo, al igual que muchos otros compañeros, ya tuve el placer de ver el trailer de su corto, aunque tiene mas bien la forma de un teaser permaneciendo ambiguo sobre de que exactamente trata (Creo tener una clara idea considerando lo que muestra y el genero al que pertenece). Sin embargo, le hice un señalamiento a Abraham aclarándole que se lo decía con todo el respeto que le puedo ofrecer. Al comienzo del teaser vemos al Cazador de Vampiros y a una muchacha hablando en un restaurante, y mas adelante vemos una toma en la que aparentemente el cazador se desespera a tal grado que presiona su pistola fuertemente en su cabeza. Ambos casos la imagen es muy pálida, lo cual es perfecto para un proyecto de terror como lo es este. No es tan stylish como regularmente lo son sus trabajos, pero no hay necesidad de hacerla de esa manera ya que hay una historia tras las imágenes, lo cual es algo que sus proyectos previos no tenían y siento que, en cierta forma, la fotografía sobre contrastada y la hipnotizante imagen y edición eran métodos para evadir que nos enfocáramos en esa carencia (voluntaria) por parte de Abraham. En cierta forma, esos cortos necesitaban lo stylish, y yo creo que este nuevo no lo necesita ya que parece que Abraham finalmente tiene algo que contar, ejercitándose por primera vez como storyteller. Estas dos tomas tenían una imagen bien elegida para el proyecto. El resto del trailer tiene una imagen buena, limpia, y profesional. Siendo grabado con una DSLR y con un adaptador de 35 mm le da un toque fascinante, similar al de “Zilema” del Sanders, el cual también fue grabado con una cámara del mismo tipo. Sin embargo, como le dije a él, esa misma iluminación la puedes poner en un drama y le queda como anillo al dedo, y eso es algo en lo que difiero. Me vienen a la mente “Sleepy Hollow”, “Sweeney Todd”, “Man on Fire”, “Domino” y “Minority Report”, filmes en los que la fotografía se convierte casi en un personaje y se le da una vibrante energía que respalda a la historia sin distraer, y considerando que Abraham Sánchez hizo lo mismo con sus trabajos previos esperaba lo mismo, y sobre todo, en este proyecto. Tampoco es algo catastrófico que me va arruinar el proyecto ni a mí ni a nadie, pero la fotografía es algo que se puede utilizar como una herramienta para ambientar la escena y dale un mayor impacto emocional y psicológico. Lo he dicho antes y lo digo de nuevo, los proyectos de Abraham son una golosina visual que con tan solo verlos me doy por servido, y esto es algo que no vi en este trailer.

Todo esto se lo dije, aunque en su momento me fue un poco difícil aterrizar la idea y expresarlo claramente, y me dio gusto que Abraham concordara conmigo a cierto punto y me aseguró que en eso es en lo último que ha estado trabajando. “Entonces me callo el hocico”, le dije.

Ustedes pueden estar de acuerdo conmigo en cuanto ambos casos o pueden estar de acuerdo con él, a final de cuentas son diferentes maneras de trabajar que seguramente nos llevará al objetivo que deseamos. Él no está mal por ser más convencional ni yo por experimentar, es simplemente cuestión de elegir el método con el cual uno se sienta más cómodo para hacer el trabajo. A final de cuentas es el resultado lo que cuenta.