Estreno de "Porfirio y Susana" y "Un Tigre" de 5y10.

Este sábado fue la primera vez en tres años que el colectivo 5y10 estrena proyectos de cine. Cierto, el año pasado estrenaron los cortos realizados dentro del programa “REACTIVO 510”, pero esos fueron hechos por preparatorianos. La última vez que se hizo un estreno por parte de estos compañeros fue a finales del 2007 cuando estrenaron “Hijo de Sangre” dirigido por JC Ayvar, y “Ciudad sin Horizonte” dirigido por Tico Orozco. Ahora, el colectivo está de regreso con “Un Tigre” de Alberto Gutiérrez y “Porfirio y Susana” de Rubén “El Rudo” Guevara. No pude realimente disfrutar el evento porque tenía una reunión de secundaria, así que el plan era ver los cortos y salir corriendo para alcanzar a mis ex-compañeros. Es por eso que no me molesté en llevar mi cámara y tomar fotos del evento. El evento se llevo a cabo tan rápido para mí que en realidad no hay necesidad de contar como estuvo ni quienes fueron, aunque en cuanto esto último no ocupo decírselos. Lo que hablare es sobre mi respuesta personal ante los cortos, y para comenzar les pondré una cita de lo que dijo en una ocasión Jorodowsky sobre el impacto del cine “comercial” en el publico, “Entran a la sala vacios, y al final, salen nuevamente vacios”. Lo mismo puedo decir sobre este evento, pero vamos por partes.

Rodando "Porfirio y Susana" de Ruben "El Rudo" Guevara

“Los cortos que hago son prácticas”, Rudo Guevara

Es más que claro que, ciertamente, “Porfirio y Susana” son prácticas, lo mismo podría decir de “Un Tigre” de Alberto Gutiérrez. Ambos cortos carecen de continuidad, no tienen guion, no hay verdaderas actuaciones, no hay definición de personajes, no hay motivaciones por parte de los personajes, no hay conflictos, y no hay trama. Me atrevería a decir que no hay historia tampoco, pero en el de “Un Tigre “se podría decir que si hay, el cual muestra la rutina de un asesino en serie, o a sueldo, el corto en realidad no profundiza que tipo de asesino es. No se ustedes, pero todo lo que carecen arriba me parece demasiado. Entonces qué es lo que SI tienen? Lo que tienen son buenas tomas y buenos encuadres. Eso es todo.

Aquí entra mis sensibilidades como realizador en contra de mis sensibilidades como espectador. A mí me gusta el cine, y es por eso que puedo apreciar lo bien encuadradas que están las tomas, también me encantaron las tomas a mano en “Porfirio y Susana”. Todo esto es muy bueno, pero entra mis sensibilidades como espectador, y saben que veo? Nada! No me cuentan nada de nada, solo son una compilación de tomas que parece mostrar la vida rutinaria de los personajes en ambos cortos. Sin embargo, una cosa que ambas sensibilidades mías exigen es algo de cercanía hacia la historia o hacia los personajes, y esto es algo que ninguno de los cortos me ofrecen. Cuando supe que PyS mostraría la vida de dos ancianos me llamo la atención ya que es algo con lo que puede uno jugar fácilmente como realizador. Puede salir algo tierno de ello, o algo triste, o algo chistoso, o simplemente algo. El resultado final parece ser escenas de relleno de una más completa historia de estos dos ancianos. Es más, vean nuevamente el tráiler de este proyecto que está abajo…

Ok. Ya lo vieron? Agréguenle 3 min. mas de esto y ya tienen el corto completo. Oh, pero no se preocupen, estoy seguro que quedara en diversos festivales laureleados ya que es el tipo de proyectos que puede ser apreciado por cineastas, como regularmente suele suceder con muchos de los que quedan seleccionados. De hecho, Abraham Sánchez me preguntó muy consternado, “No entiendo que no te gustó de el corto”, preferí no contestarle ahí, pero mi respuesta seria que no pienso únicamente como cineasta, y espero involucrarme en lo que veo, pero no fue asi.

Rodando "Un Tigre" de Alberto Gutierrez

Y qué hay de “Un Tigre”? Este parece ser una celebración de tomas y encuadres. Según me informó Abraham que se eliminaron varias escenas, incluso escenas de diálogos. “Le hubieran ayudado esas escenas al proyecto?” le pregunté, y me contestó que sí. Hace mucho tuve una larga discusión con Rodrigo Álvarez en la que yo alegaba que en un corto de 3min. no es posible definir al personaje, contar una historia redonda, etc. El me decía que si. Mi argumento en cuanto eso es que siempre tienes que elegir, o historia o personajes, una de dos. Alberto no opta por ninguna, especialmente cuando me informó que era cuestión de mood, el sentimiento de ser un asesino de forma rutinaria. En efecto el corto muestra eso, pero no el sentimiento de. Recordé cuando el mismo Alberto me dijo en su entrevista para “Séptimo en la Frontera” que no es suficiente con simplemente contar una historia, pues con “Un Tigre”, Alberto simplemente contó una idea. Lo mismo se puede decir de PyS.

“Porfirio y Susana fue inspirado en mi abuelo y abuela paternos, es acerca del tiempo y la soledad, de las relaciones de pareja eternas y la sociedad que mantiene a los y las de la tercera edad en el olvido, estorban, no se espera nada de ellos, sólo su muerte”. Esto dijo el Rudo en su entreviste del Bitácora Cultural, y me recordó a “Deficit” de Gael García Bernal, el cual según esto tenía el objetivo de abarcar el tema de los conflictos entre clases sociales. En ambos casos es más interesante la fuente de inspiración que el resultado en sí. En cuanto lo que dice de “soledad” me vino a la mente una parte del corto en la que ambos están sentados en la cocina comiendo, y no se dirigen la palabra para nada, ni siquiera se voltean a ver. Pero saben? Me vinieron a la mente varias ocasiones en la que yo y mi esposa hacemos lo mismo, nos sentamos a comer y no nos hablamos, pero no se debe a que tengamos problemas ya que cuando terminamos vamos a hacer otras cosas y seguimos agarrando cura entre nosotros, simplemente hay momentos en los que uno está con la pareja, pero tanta confianza nos tenemos que decidimos tomarnos un tiempo para nosotros aun en presencia de ellas, y mientras podría considerarse como un síntoma de decadencia dentro del matrimonio, en realidad uno se enamora mas de esa persona por darle ese espacio. Así que no, la soledad no aplicaría ahí, pero bueno, esa es una percepción muy personal.

5y10

Abraham Sánchez me comentó que ambos cortos eran un progreso para 5y10 ya que los proyectos eran más “de autor”. Ciertamente en los previos trabajos del colectivo se sentía cierta restricción y limitación debido a esa democracia bajo la cual funcionan. Todos reaccionaron en cuanto esto en “séptimo en la frontera” cuando el Pantoja dice que si el director de un corto quiere hacerlo en blanco y negro, pero el resto del colectivo no lo quieren, no se hace, PUNTO! Ciertamente en estos dos cortos se sienten más libres, más relajados, más seguros de sí mismos, y por ese lado es un paso adelante para ellos. Pero lo que complementa a dichos actos y que de hecho les da más valor es que una vez que uno se libera toma riesgos, abarcando temáticas o utilizando un estilo que si no funciona lo haría pedazos, pero si SI funciona le daría un impacto impresionante. Tal vez el riesgo que ambos el Rudo y Alberto tomaron fue no mostrar nada que hiciera que el público se identificara con lo que vemos en pantalla, pero eso a mí no se me hace riesgo, sino un kamikaze.

“No me gustaron” le contesté a todo aquel que me preguntaba mi opinión de los cortos, pero saben? En realidad tampoco me disgustaron. Simplemente no me causaron nada de nada. Buenas tomas, hasta ahí. Me viene a la mente una escena de “The Wrestler” en la que Evan Rachel Wood le dice a Mickey Rourke, “You know what? I don’t hate you, and I don’t love you”. Lo mismo digo.