No es ningún secreto que
Quentin Tarantino siempre ha tenido un gran amor por los westerns, lo cual es
algo que ha demostrado en muchas de sus películas, especialmente en
"Inglorious Basterds", en donde aplica este género durante la Segunda
Guerra Mundial respaldado por la música del veterano del western Ennio
Morricone. Pues al fin, después de tantas referencias y tributos, Tarantino
al fin hace su primer western llamado "Django Unchained" la cual se
lleva a cabo dos años antes de la Guerra Civil cuando la esclavitud aún se
ejercía, y nos cuenta la historia de uno de estos esclavos y su imparable búsqueda
por su esposa. Esta descripción da entender que la historia es más dramática de
lo que realmente es ya que este filme es, generalmente, una comedia obscura de
la misma manera que lo fue "Pulp Fiction". Mucha gente muere
grotescamente, pero Quentin nos deja muy en claro que la violencia es parte esencial
del género, y la muestra de una manera tan exagerada que es imposible tomarse
tan en serio. Tan solo recuerden la cantidad de sangre que salía de los cuerpos
descuartizados en "Kill Bill".
Los créditos iniciales te
dicen todo lo que ocupas saber del filme en cuestión el estilo y humor,
iniciando con un tema que me recordó a una canción llamada
"Ringo" de Lorne Green que cuenta la historia de un
outlaw del oeste. Como ya vimos todos en el trailer, Django (Jamie Foxx) es un
esclavo a quien lo vemos por primera vez caminando a través de las montañas
encadenado a otros esclavos, guiados por sus dueños blancos. Una noche se topan
con un dentista llamado King Schultz (Christoph Waltz), quien por las buenas
quiere comprar a Django, pero por las malas acaba rescatándolo a él y al resto
de los esclavos. Dos personas mueren aquí, uno de ellos es baleado en la cabeza
con un revólver, el otro por una escopeta, la cual tiene mayor poder que un
revolver. Cuando el segundo balazo se lleva a cabo nos queda muy claro que será
una muy, muy, muy violenta película, pero esto lo descubrimos con una sonrisa
ya que, como dije antes, es claro que no podemos tomarlo realmente en serio.
Waltz es el talentoso
actor que interpretó al oficial Hans Landa de la SS en "Inglorious
Basterds", papel por el cual ganó su primer oscar. Aquel personaje era
técnicamente el villano del filme, sin embargo, nunca antes había visto un
oficial Nazi tan carismático y simpático como este en una película. Ahora,
Waltz interpreta al Dr.Schultz con el mismo carisma, me atrevería a
decir que hace básicamente el mismo papel, solo que en este caso es uno de los
dos protagónicos. Si Landa, quien era un villano, era un personaje que le cae
bien al espectador, ahora Schultz , quien es uno de los buenos, es como un ángel
caído del cielo. Waltz está nominado nuevamente por este papel, pero es tan
parecido al otro que dudo que esta vez gane. Lo curioso es que el héroe de la
película es Django, pero Schultz tiene más diálogo, es más inteligente, y
mucho más astuto a la hora de tomar decisiones.
Pues bien, Schultz
rescata Django y le confiesa que no ha ejercido su labor de dentista en años y
ahora se dedica a ser cazarecompensas, y no conoce físicamente a los hombres
que recientemente está buscando, pero Django sí. Al encontrar a estos hombres,
y después de una breve batalla, Schultz descubre que Django es bueno con
una pistola, y decide asociarse con él ya que hacen buen equipo. Después de
varias misiones, se empiezan a conocer poco a poco, y es aquí cuando Schultz descubre que Django tiene una esposa llamada Broomhilda (Kerry Washington) la
cual ha sido igualmente esclavizada. "Como yo te liberé me siento
responsable por tí" le dice Schultz justo al proponerle rescatar a su
esposa. Después de buscar y buscar descubren que Broomhilda ha sido comprada
por un millonario llamado Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), y rescatarla será
un poco más difícil de lo que creen ya que Candie no atiende a nadie que
no tenga una propuesta monetaria interesante.
Con esto de arriba ya les
conté la mitad del filme, y créanme que requiriera menos de un párrafo
contarles lo que resta de la película. Tarantino nunca cuenta historias
complejas, de hecho son de lo más sencillas, pero si sus películas duran más de
dos horas es porque las rellena con largas escenas de puro diálogo. Siempre es
un placer escuchar los diálogos de Quentin, pero por primera vez en todos estos
años que ha estado activo sentí el diálogo un poco de más en algunos momentos.
Por primera vez sentí una película de Quentin demasiada larga. Al comienzo de
"Pulp Fiction" Samuel L.Jackson y John Travolta están teniendo una conversación
de masajes, están tan metidos en la conversación que cuando están a punto de
tomar por sorpresa a unos clientes para matarlos hacen un pequeño espacio para
concluir la previa conversación. Esta conversación sirve como hincapié para
otra conversación entre John Travolta y
Uma Thurman en la que se están conociendo mutuamente. Las conversaciones en
Django no sirven como hincapié para nada, y saben? no tiene nada de malo, yo
disfruto los diálogos muchísimo, pero hay un límite que tanto puedo tolerar
escuchar diálogos creativos que simplemente parecen decirlos por decirlos. De hecho,
durante los primeros, digamos, 130 minutos los personajes tienen largas y
pacientes charlas, pero en los últimos 30 minutos hay un cambio de ritmo ya que
Tarantino le mete turbo a la historia y solo es acción y más acción, sangre y
más sangre, muertes y más muertes. No es malo este cambio de ritmo, pero si es
algo notorio. Me recordó mucho a "A.I.Artificial Intelligence" cuando
todo mundo decía que el filme debió haber acabado con Haley Joel Osment rezándole
a la Hada Azul y que el epilogo de 30 minutos que se lleva a cabo 2000 años
después fue agregado de más. Algo así sentí aquí.
Esto tal vez haga que el
filme sea un poco pesado, pero por lo menos no es como The Hobbit, la cual se
siente intencionalmente alargada nomas para crear una trilogía épica de nueve
horas. Aquí se alarga por el placer que tiene Tarantino de escribir buenos y
detallados diálogos, así que por lo menos es por algo constructivo. Todas las
actuaciones son buenísimas, pero la que seguramente pasará desapercibida es la
de Samuel L. Jackson, quien interpreta a un House Negro llamado Stephen.
"Pulp Fiction" creó una imagen icónica de Jackson en la que no deja
de decir la N Word o Moddafucka. Tarantino sabe esto, y aquí lo tomó al extremo
llevándolo al punto de la exageración, pero nunca al punto sobre actuado, o tal
vez sí, pero es algo que esperamos de la mancuerna Tarantino-Jackson. De hecho
se menciona tanto la N Word que se convierte en algo casual dentro de la
historia, no se si esto sea molesto para algunos Afro-Americanos. Quien ya se
quejó es Spike Lee ya que, supongo, un director blanco no tiene derecho de
hacer esto. Pero estamos hablando de los años de esclavitud en donde estos no
eran tratados como personas, sino como productos, y supongo que dicha palabra
era tan casual como si dijeran "campesinos". Tal vez no sea
políticamente correcto tomar esta palabra y llevarla al extremo como lo hace
Quentin, pero eso es lo que define su cine, y si hiciera una película sobre la
inmigración no me sorprendería que para todo usaran la expresión
"Wetbags". A mí en lo personal no me ofendería, al contrario,
conociendo a Quentin me ofendería que no la usara.
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