Lord of the Rings se
divide en tres libros, así que hizo sentido que a la hora de adaptarla al cine
se hiciera una película por libro. Ahora Peter Jackson regresa a Middle Earth
con “The Hobbit: An Unexpected Journey”, proyecto que originalmente iba a ser
dirigido por Guillermo del Toro, pero como suele suceder con varias iniciativas
suyas, no se le hizo dirigirlo, aunque si comparte créditos como guionista. El
detalle con The Hobbit es que es un libro solamente, sin embargo Jackson hará
otra trilogía épica basada en él, lo cual requiere que haya muchos, pero muchos
momentos que no aportan nada y que tienen como único objetivo alargar la
historia.
Con la saga de Harry
Potter se hizo algo similar cuando la adaptación del último libro, “Harry
Potter and the Deadly Hallows”, se dividió en dos partes, pero veo ambos filmes
y no me imagino lo que se cuenta en ambos comprimido en un solo filme, ahí si
fue necesario. En cambio en The Hobbit si se sienten pesadas las tres horas de
duración, no hay suficiente material para que los personajes se demoren tanto a
la hora de tomar iniciativas o enfrentarse con escenas de acción. Cual fue la
necesidad de hacer tres filmes? Comprendo que hubieran hecho dos como Del Toro tenía
planeado, pero agregarle otro filme de tres horas es escarbar demasiado en
donde no sale suficiente jugo. Al final yo estaba acabado, cansado, no quería saber
nada de Middle Earth, de Bilbo, de Gandalf, de Tolkien, de nada. Este es un
sentimiento que nunca sentí con la otra trilogía ya que todas justificaban su duración.
La historia es muy
sencilla. Hace muchos años había un reino llamado Erebor dominado por los
Enanos. El rey se obsesionó con el oro, así que tenía toneladas y toneladas en
su castillo, pero resulta ser que había otra criatura que también estaba
obsesionada con el oro, un dragón llamado Smaug. Llega a la ciudad, la
destruye, y se planta ahí dejando a todos los Enanos sin hogar. Años después vemos
a Bilbo Baggins de joven en la Comarca (interpretado por Martin Freeman), y aquí
se le acerca el mago Gandalf (Ian McKellen) proponiéndole una aventura. Bilbo
al comienzo se niega, pero esa noche llega Gandalf junto con trece Enanos, y le
proponen a Bilbo que se una a la resistencia en contra de Smaug para recuperar
Erebor. Eventualmente Bilbo acepta y de nuevo, al igual que en la otra trilogía,
los personajes caminan y navegan a través de los hermosos paisajes de Nueva
Zelanda. Antes tenían que llegar a Mordor, ahora tienen que llegar a Erebor.
Ciertamente la historia
es sencilla, y hubiera sido prudente que en una película plantearan la situación,
y en otra ejecutaran su plan. De hecho esta primera se maneja como
planteamiento, pero son demasiados perspectivas de la misma situación que
llegan hasta a revelarnos de mas. Una secuencia que parece ser demasiada
extendida es cuando los héroes llegan a Rivendell, aquella ciudad angelical en
la que vive el Elfo Elrond (Hugo Weaving). Este personaje aparece nuevamente aquí,
al igual que Galadriel (Cate Blanchett) y Saruman, el mago blanco interpretado
por Christopher Lee que en las otras acaba traicionando en Gandalf, secuestrándolo
en la torre. Aquí aun sigue del lado de los buenos, y todos estos personajes
aparecen en medio de una discusión sobre los Enanos, su misión, los riesgos, y
sobre una visión que tuvo previamente un personaje llamado Radagast The Brown
(Sylvester McCoy). Si el filme se enfocara únicamente en la misión de rescatar
Erebor esto quedaría completamente descartado, pero Jackson y sus guionistas
ocupan hacer tiempo, así que es necesario profundizar en cada pequeño detalle.
No se si esto pase en la novela, pero al hacer las adaptaciones al cine muchas
escenas quedan descartadas con tal de mantener el ritmo del filme. Esta sería
una de esas escenas. También tenemos una escena de acción en la que los
personajes escapan después de ser secuestrados por un ejército de orcos. Esta
escena de acción es fascinante, y me recordó mucho a la escena de Moria en
Fellowship of the Ring, pero el detalle de aquella escena es que concluía con
la muerte de Gandalf, así que la misma acción funcionaba como una demostración del
peligro que los personajes enfrentaban, y como ciertamente uno de ellos moría
por ello mismo. La escena de esta nueva es igual de intrigante por que
los personajes corren por puentes que están a punto de deshacerse mientras
luchan contra una manada de orcos que les salen por arriba, abajo, y a los
lados, pero no hay un momento climático al final, no hay una catarsis ni nada.
Simplemente siguen viviendo y continúan con su misión. Me encanta la acción,
estoy seguro que cuando la compre en blu ray la veré una y otra vez, pero me
pregunto si es necesaria su larga duración ya que no llega a nada al final.
La película dura más de
lo que esperamos, y es posible que a muchos no les guste por esto. A mí en lo
personal no me disgustó, pero tendría que pasar muchísimo tiempo para que la
vuelva a ver de principio a fin ya que me dejó exhausto. Lo que si diré es
que, a diferencia de precuelas de Star Wars o las de X-Men (Wolverine y First
Class), e incluso Prometheus, no contradice lo que las primeras habían establecido.
Todo sucede como nos dijeron previamente que sucedería, incluyendo la manera en
como Bilbo obtiene el Anillo de Gollum, quien, por cierto, se ve muchísimo más
real que en las otras, supongo que en 8 años la tecnología avanzó demasiado, y
la textura de los personajes digitalizados es más realista. Puedo ver las
primeras tres y tener una referencia coherente de lo que hablan al recordar
esta nueva. Pues bien, este es el primer paso de una larga saga, una muy, muy,
muy larga saga. Veamos qué pasa. En realidad no espero ansiosamente los otros
dos filmes, pero ahí estaré.
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