Pues bien, la semana pasada se llevó a cabo un
curso en el Cecut sobre el cual desconozco el título oficial, pero lo
que sí sé es que capacitaba a todos aquellos interesados a ser estratégicos y
cumplir los requerimientos a la hora de pedir patrocinio para algún proyecto
independiente. Entre los que tomaron el curso están Abraham Sánchez, Cuauhtémoc
Ruelas, y Mickey Brijandez. Este es un curso que si me hubiera gustado tomar ya
que es algo útil para cualquier cineasta, pero por cuestiones complejas y
prioridades mayores (Créanme, ahora más que nunca), no pude tomarlo. Supongo
que los fieles lectores ya están hartos de escuchar la misma respuesta de mi
parte cuando oportunidades de este tipo surgen, pero cuando estén casados y en
un punto crucial de transición ya los quiero ver. Anywhoo, Abraham es un
cineasta que ha tomado diversos cursos a través de los años, generalmente todos
siendo otorgados por nuestros amigos de Reactivo 510, así que verlo aquí no me
sorprende. Sin embargo, ver a Cuauhtémoc y a Mickey sí me llama la atención ya
que ambos están comenzando a pulirse como productores, especialmente el
Brijandez ahora que ya tiene su Asociación Civil oficial "Brijandez Moving
Pictures" con la cual quiere apoyar proyectos indies locales.
Yo sé que he sido escéptico a la hora de tomar
cursos de cine, pero lo soy más que nada con cursos que nos capacitan con lo
creativo, y en este caso se trata de algo físico y crucial como lo es el
patrocinio, lo cual que no se aprende a conseguir simplemente por ver miles y
miles de películas.Hace como un mes nos juntamos yo, Alejandro
"El Gafas" García, y los tres mencionados arriba en la sexta, y
hablamos del papel de un director en proyectos como los que hacemos, el cual no
se limita únicamente a dirigir. Es casi por default que un director aquí edite
y escriba sus proyectos, posiblemente sea también el encargado de la fotografía
o del sonido. En pocas palabras, un todólogo! Y eso me recordó a los créditos
finales de "33 1/2" en donde el director, Aarón Soto,
se dejó de rodeos y puso una lista de todo lo que hizo, y mientras pasaban las
letras de abajo hacia arriba su nombre
pasaba por atrás de ellas, informándonos que básicamente él hizo todo.
Sin embargo, ya cada día sale más gente capacitada en distintas áreas y ya no
es necesario que uno tenga que hacer todo. Finalmente tocamos el punto de tocar
puertas por patrocinio, y aquí Abraham nos afirmó, "Ese no es nuestro
trabajo", lo cual es cierto, pero lamentablemente somos indies, y tenemos
que hacer lo que sea necesario por nuestros proyectos. Es por eso, supongo, que
tomó el curso a final de cuentas, y es por eso que me quedé con las ganas de
tomarlo. Nunca hace daño saber más de lo que crees necesitar.
Felicidades a todos aquellos que tomaron el
curso y espero que lo que aprendieron sea de gran beneficio para ustedes y sus
futuros proyectos.
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