Carlos Sarabia habla de 5 y 10

Precisamente producto de un curso de producción cinematográfica coorganizado por el Centro Cultural Tijuana, el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC, una de las dos importantes escuelas de cine del país) y la Universidad Autónoma de Baja California se desarrollaron una serie de proyectos que desembocaron en la edición de un dvd con diez cortometrajes hechos en Tijuana por el Colectivo 5 y 10. La mayoría de las producciones están fechadas en el 2006 y 2007, su duración fluctúa entre los 6 y 14 minutos, y en ellas se advierte una calidad algo dispareja aunque en muchos de los casos los miembros de este colectivo alternen los créditos como directores, guionistas, fotógrafos, editores y asistentes de producción. En todos los casos se echa mano del talento local y hasta de la participación de actores amateurs que militan en el gremio cultural. Por otra parte, el carnet que casi todos los directores de los cortos ostentan es el de comunicólogos o egresados de la Escuela de Humanidades de la universidad local. A continuación esbozo un brevísimo comentario sobre los 10 cortometrajes hechos en Tijuana por el Colectivo 5 Y 10.

Primavera 13

Entre los cortos más logrados se encuentran dos dirigidos por Juan Antonio Pantoja: Primavera 13 y Flor de nopal. En el primero, un adolescente (David Padilla) está decidido a echar a perder una fiesta de quinceaños de la que es excluido por una madre autoritaria (Lula Lewis). Hay una recreación muy acertada de la atmósfera pueril de este tipo acontecimientos sociales y, sobre todo, un sobresaliente desempeño del reparto. De factura austera y sin artificios técnicos, como en La celebración (Thomas Vitenberg, 1998) afloran durante el convivio los resentimientos y reacciones más primarios entre los miembros de la familia. Al final, el impertinente adolescente se sale con la suya y consigue de paso algo más como trofeo entre las confusiones.

Flor de nopal

En este segundo trabajo de Pantoja nuevamente se detecta la construcción consistente de una minihistoria y el acierto de las caracterizaciones de un reparto básico. Una madre que transmite coraje permanente (Arinda Caballero) contra su adolescente hija (Norma Contreras), también de carácter fuerte y resuelto quien despierta a su vez la lascivia del cínico Genaro (Javier Vera), el amante de la primera. En un escenario bucólico y realista (remember La Choca, Emilio Fernández, 1973), el erotismo, la traición y la muerte marcan el destino del trío de personajes atrapado en una trágica vorágine. El autor formó parte del curso de guionismo intensivo impartido por Benito Zambrano en Tijuana, en diciembre de 2006, y los resultados en ambos trabajos así lo reflejan.

Pedro y Megatrón

El universo infantil poblado por seres fantásticos bienhechores siempre frecuentado. Al niño Pedro (Juan Manuel Martínez) sólo le falta la estampa de Megatrón (Inferno) para completar su álbum de cartitas y ganarse un premio como recompensa. Enfermo y sin dinero durante un sueño reparador se le materializa el héroe de historieta para ayudarle a cumplir tan anhelado deseo. Dirigido por Abraham Avila y con guión de Juan Antonio Pantoja, Pedro y Megatrón narra una historia sencilla pero creativamente expuesta, echando mano de los recursos del comic en un guiño al más sofisticado cine industrial hollywoodense del género.

Despedida en tono menor

Un melodrama que tiene cara de mujer (y no es pleonasmo). En un limitado espacio interior convalece Emma (Laura Durán) que a punto está de expirar. La encrucijada tiene al borde de un ataque de nervios a su hermana más joven Rocío (Mara Maciel) y totalmente confundido a Diego (Ernesto Nájar), el hijo adolescente de la moribunda, empecinado en matar antes del desenlace fatal de su madre a un pajarillo cautivo en su jaula. Dirigido por Karla Martínez y con guión de Héctor Villanueva, Despedida en tono menor encuentra un acertado contrapunto entre lo melodramático de la historia y la propuesta visual. De repente hay un poco de sobreactuación pero en general la historia funciona como drama circunstancial.

20 pesos

La vida está llena de actos irónicos que suelen jugar una mala pasada a más de uno. En una empresa equis Manuel Lizalde (Alejandro Pacheco) tiene el “toro por los cuernos” y despide fulminantemente a Alicia (Esmeralda Ceballos), quien antes de retirarse le arroja sobre su escritorio un billete de 20 pesos. Los mismos que el ejecutivo se negará a pagar a un repartidor de comida a domicilio con la consiguiente paliza para él y su hija Paola (María Piñón). Dirigido por Ricardo Romero y con guión de Héctor Villanueva, en este corto queda poco clara la pretendida moraleja y termina de la manera más anticlimática: padre e hija vapuleados por un desconocido al que simplemente sacaron de sus casillas por tan sólo 20 pesos.

Los cinco cortometrajes restantes incluidos en el dvd establecen coartadas más pretenciosas y, quizás por lo mismo, menos logradas: en La invasión, bajo la dirección de Isaac Contreras y guión de Karina Márquez, una atractiva rubia de nombre Ana (Yesenia Navarro) es acosada por el asesino solitario Joaquín (Luis Garzón) con quien termina enrolada. Ella es guionista y escribe una historia sobre una hipotética invasión de los chinos a Tijuana. Tintes de film noir casero con diálogos algo forzados como receta del género (“el tequila nunca sabe igual en soledad”).

María Matilde Dinora es otra historia parecida a la anterior. Otra extraña rubia (Jacqueline Pérez) practica misteriosos rituales y también cae, gozosamente, en manos de un criminal dizque muy grueso que resulta un pelmazo en cuanto habla. Dirigida por Juan Manuel González y guión de Alberto Gutiérrez, la propuesta naufraga en sus laberínticas aspiraciones lynchianas y el onirismo más predecible.

Igual sucede con Hijo de sangre, dirigida por Juan Carlos Ayvar y guión de Abraham ávila, en donde se formula un caso de exorcismo, fantasmagoría y gore algo incoherentes.

Por su parte, el corto WC realizado por varios autores en sus cinco secuencias (Jorge Muñoz, Rubén Guevara, Javier González, Ivonne Soberanis y Lizette Zermeño), propone el espacio cerrado de un baño como microcosmos de lo afectivo y emocional. Como en Intimidades en un cuarto de baño (Jaime Humberto Hermosillo, 1989) pero sin la eficacia ni originalidad del autor del universo “rosa” mexicano.

Por último, La ciudad sin horizonte, con dirección y guión de Francisco “Tico” Orozco, es un drama que exhibe la neurosis doméstica que se interrumpe cuando se presenta un fuerte temblor que deja todo en tinieblas. En una situación adversa Berenice (Briseida López) y Ernesto (Adolfo Madera) se reencuentran afectivamente como pareja en medio del caos y la oscuridad. Actuaciones frías y sin mucha convicción, melodrama amoroso una y otra vez ensayado sin grandes atisbos de originalidad.

En conjunto, la iniciativa del Colectivo 5 y 10 de editar un dvd con estos diez cortos hechos en Tijuana es a todas luces plausible. Un interesante antecedente que bien pudieran retomar otros grupos de la ciudad para potenciar la difusión de su trabajo en el pequeño formato. En Tijuana existe actualmente un dinámico movimiento en el campo del cortometraje que bien pudiera generar que en el futuro se presente, más allá de una posible moda o un falso boom transitorio, una cinematografía en forma y con un sello local que refleje el todavía inexplorado universo temático particular de la frontera. Soñar no cuesta nada.

- Carlos Sarabia (El crítico de cine que sale en FUSION)

Es curioso lo mucho en lo cual estamos de acuerdo yo y Carlos en cuestión de gustos, pero mas de acuerdo estamos en este último párrafo de arriba. El DVD de 5 y 10 esta a la venta y lo pueden encontrar en el Cecut.