Supongo que mayor motivo por el que la película tuvo una respuesta tan positiva es por que no es nada clichesista, no hay sexo forzado, y no tiene un trágico o sumamente dramático final. Los encuadres me recuerdan a algo que me dijo Alberto Gutiérrez hace un tiempo atrás sobre “The Fountain” de Aranofsky:
AG: No tiene que hacer todas las tomas como si fueran las mejores del mundo.
JP: Pues Alberto, no tiene nada de malo que todas las tomas sean buenas.
AG: Pues sí, pero el cine es un lenguaje y no todo se escribe con mayúsculas.
Pues Fernando Eimbecke, director de Temporada, trata de hacer los mejores encuadres posibles con cada una de las tomas, de hecho, todas son inmóviles, todas! Y cada una está encuadrada como si fuera alguna fotografía. De hecho, en mi caso, gran parte de la razón por la que la película me agarro y no me soltó es precisamente por el hecho de querer disfrutar las tomas. Y el blanco y negro es simple y sencillamente extraordinario.
Miren, yo siempre respeto los gustos de cada quien, pero algo que siempre detesto escuchar sobre esta película es que “La historia esta muy chingona”. ¿Ehh? ¿Cual historia? No hay historia! No hay trama! No hay nada! Nisiquiera lo consideraría como una pieza ya que, según la manera en la que me la conceptualizó el Pantoja, la pieza es un momento clave en la historia de los personajes en el que sus vidas cambian. No hay nada de eso en Temporada. Sí, tal vez hacen cosas que para ellos son importantes, pero no creo que sus vidas cambien por ello, tal vez el repartidor.
Tal vez la razón por la que en realidad la película no me impactó como Dios manda fue por que ya he visto varias películas hechas así. “Coffee and Cigarettes” de Jim Jarmusch es muy similar, pero en esa los diálogos tienen mayor forma, mas interesantes, mas sabios que los de esta. Otra que me viene a la mente muy parecida, y que de hecho es una de mis favoritas, es “Clerks” de Kevin Smith, la cual al igual que la de Jarmusch, tiene diálogos realmente fascinantes.
Eimbecke es bastante obvio, no la disimula tantito el hecho de que todo el proyecto depende del estilo, sobre todo los 3 o 4 minutos introductorios en donde hace encuadres extraordinarios de edificios, columpios, lámparas, calles, etc. Hay algo que me dejó claro que estaba presumiendo del hecho de poder hacer dichas tomas.
Aun así debo admitir que “Temporada de Patos” es, ciertamente, única en cuanto cine nacional... nacional! Una clara excepción y un claro ejemplo de que no es necesario seguir el cliche que casi todas siguen. Muchos se quejan con los proyectos hechos en Hollywood cuando llegan a tener un final feliz, pues ya hay gente que se quejan de los mexicanos por siempre terminar de una manera trágica. Pues “Temporada…” no es uno de estos, y al verlo me pregunté, “Cual es la insistencia por finales trágicos?".