Es difícil e injusto ser muy estricto al criticar, positiva o negativamente, el primer trabajo de un realizador, casi siempre empezamos experimentando con algún proyecto que abarque los temas más básicos y sobre explorados, tanto que cuando la gente ve el trabajo realmente no les impacta, más que nada por que regularmente se exploran de una forma muy simplificada. Ese fue el caso de el primer corto de Rodrigo Álvarez llamado “Crónicas”, el cual lidió con temas “muy quemados” como drogas, bulimia, disgustos amorosos, y la incapacidad de lidiar con la muerte de un ser querido. Sin embargo, tanto yo como Omar Trejo, Juan Antonio Pantoja, y Alberto Gutiérrez admitimos que para lo que era estaba bien hecho.
Ahora Rodrigo nos trae “Lalo y Lola” un corto que demuestra lo mucho que ha avanzado y progresado desde su primer corto. La historia sigue siendo muy común, pero que un tema sea común no quiere decir que no pueda explorarse una y otra vez, simplemente se debe hacer de una forma diferente y NO simplificada. Parte de la razón por la que “Crónicas” es muy simplificada es por que son cuatro personajes y no se les da espacio ni tiempo para que nosotros realmente nos metamos en sus mentes y de esa forma reaccionemos a sus problemas. En cambio con “Lalo y Lola” solo hay dos personajes, y al ser menos personajes hay más espacio y tiempo. Esta vez sí llegué a sentir algo por los personajes. Mencioné que la historia sigue siendo común, esto es cierto ya que abarca un tema que se ha explorado una y otra vez (Sida), pero esta vez tiene un acercamiento muy interesante al tema: Uno de los personajes va con el doctor, le describe los síntomas (siente la garganta rasposa), le hacen los estudios, y días después le avisan que es VIH. Cualquiera mostrara la reacción emotiva del personaje al descubrirlo, pero aquí el personaje responde revelando, “Ya se que tengo VIH, pero quiero saber que es este dolor que tengo en la garganta!”. Me gusto esta forma de manejar la situación, se me hizo creativo.
Sin duda alguna Rodrigo fue inspirado por “21 Grams” de Iñarritu, ya que el tiempo no es lineal, primero nos muestran la mitad, luego el principio, luego el final, etc. Mas obvio aún es la toma introductoria en la que vemos a una mujer acostada en una cama y sentada al lado esta un hombre fumándose un cigarro, igual como cuando Sean Penn está en una cama sentado fumándose un cigarro al lado de Naomi Watts, la cual está acostada. Pero el corto incluye una narración que causa un efecto muy diferente.
Aaron Soto dijo una vez que Hollywood siempre cuenta la misma historia una y otra vez, tiene razón, y a causa de esto es que existen las fórmulas. No me malinterpreten, realizar formulas es un reto (El mejor corto que he visto que tenga como base una formula es “Galletas” de Omar Trejo), pero evadirlas también lo es. “Lalo y Lola” estuvo a dos centímetros de serlo, pero gracias a los detalles es una historia tan interesante con la capacidad de convertirse en un mediometraje, y hasta posiblemente en un largo.
Ahora Rodrigo nos trae “Lalo y Lola” un corto que demuestra lo mucho que ha avanzado y progresado desde su primer corto. La historia sigue siendo muy común, pero que un tema sea común no quiere decir que no pueda explorarse una y otra vez, simplemente se debe hacer de una forma diferente y NO simplificada. Parte de la razón por la que “Crónicas” es muy simplificada es por que son cuatro personajes y no se les da espacio ni tiempo para que nosotros realmente nos metamos en sus mentes y de esa forma reaccionemos a sus problemas. En cambio con “Lalo y Lola” solo hay dos personajes, y al ser menos personajes hay más espacio y tiempo. Esta vez sí llegué a sentir algo por los personajes. Mencioné que la historia sigue siendo común, esto es cierto ya que abarca un tema que se ha explorado una y otra vez (Sida), pero esta vez tiene un acercamiento muy interesante al tema: Uno de los personajes va con el doctor, le describe los síntomas (siente la garganta rasposa), le hacen los estudios, y días después le avisan que es VIH. Cualquiera mostrara la reacción emotiva del personaje al descubrirlo, pero aquí el personaje responde revelando, “Ya se que tengo VIH, pero quiero saber que es este dolor que tengo en la garganta!”. Me gusto esta forma de manejar la situación, se me hizo creativo.
Sin duda alguna Rodrigo fue inspirado por “21 Grams” de Iñarritu, ya que el tiempo no es lineal, primero nos muestran la mitad, luego el principio, luego el final, etc. Mas obvio aún es la toma introductoria en la que vemos a una mujer acostada en una cama y sentada al lado esta un hombre fumándose un cigarro, igual como cuando Sean Penn está en una cama sentado fumándose un cigarro al lado de Naomi Watts, la cual está acostada. Pero el corto incluye una narración que causa un efecto muy diferente.
Aaron Soto dijo una vez que Hollywood siempre cuenta la misma historia una y otra vez, tiene razón, y a causa de esto es que existen las fórmulas. No me malinterpreten, realizar formulas es un reto (El mejor corto que he visto que tenga como base una formula es “Galletas” de Omar Trejo), pero evadirlas también lo es. “Lalo y Lola” estuvo a dos centímetros de serlo, pero gracias a los detalles es una historia tan interesante con la capacidad de convertirse en un mediometraje, y hasta posiblemente en un largo.
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