Hace como un mes fui con mi hermano Marco a ver Indiana Jones 4, ya la habia visto pero él no, asi que decidí acompañarlo. Esta vez la disfruté más por que sabía lo que iba a ver, y una vez sabiendo lo que iba ver me predispuse y descubrí la verdadera magia y el completo potencial de esta extraordinaria película. No me predispuse a ver algo malo, sino a ver una película de Indi diferentes a las anteriores. En mi reseña original dije que mientras no cortaramos el cordún umbilical que nos ligaba con las anteriores no podríamos apreciar la película. Pues yo ya lo corté, y creanme que el trabajo es increible. No se ustedes, pero la primera vez que vi las anteriores estaba muy chico y solo recordaba fragmentos, y cuando las vi de grandes fue como armar un rompecabezas ligando lo que no recordaba con lo que sí. Recaudarlo todo fue curiosamente una experiencia única, y las imágenes que se me quedaron clavadas aun las tengo presentes como las recuerdo a pesar de haberlas visto recientemente. Esa emoción y asombro obviamente no lo tuve con esta, nadie de mi generación la tuvo, asi que dicho efecto disminuye el impacto. Pero ponganse a pensar, a quien le importa esta experiencia mía? Desde cuando la calidád cinematográfica depende de recuerdos de la infancia? Es por eso que al entrar a esa sala la disfruté, me gustó, me encantó, y espero que vuelva haber otra más, aunque lo mas probable es que no. Veanla una segunda vez hermanos, la disfrutarán más, especialmente tu Abraham Sanchez ya que se lo mucho que adoras Indiana Jones.
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