“Sultanes del Sur” (2007) es un filme dirigido por Alejandro Lozano quien previamente había dirigido “Matando Cabos” filme que detesto como a ningún otro filme que haya visto en mi vida por su arrogancia y dependencia únicamente en estilo y no en personajes o narrativa. Sin embargo, al igual que “Temporada de Patos”, es una excepción del cine mexicano por que nunca antes había salido un filme de este tipo en México. Lo mismo se pudiera decir de “Sultanes…”, aunque pertenece a un género tan dominado completamente por Hollywood que, a diferencia de Cabos, hay gente que ni siquiera saben que el filme existe.
Cabos causó ruido por que, debo admitir, tenía muchos momentos cómicos, unos más pretenciosos y obvios que otros, pero generalmente tenían al público atacandose de la risa hasta más no poder. Mi mayor problema con la mayoría de las bromas era que no eran chistosas por si mismas sino por que, con música y la edición, el director las hacia chistosas. No me molesta que hagan esto de vez en cuando, pero Lozano abuso de ello. Algo similar esperaba con SDS en cuanto el genero de acción, y ciertamente hay una escena en la que los movimientos de la cámara son alterados para dar la noción de que estamos viendo una escena extremadamente intensa cuando en realidad no lo es, pero no es algo de lo cual abuse esta vez.
El filme cuenta la historia de 4 ladrones; Carlos (Tony Dalton), Mónica (Ana de la Reguera), Leo (Jordi Molla), y Leserio (Silverio Palacios). Al comienzo del filme los cuatro cometen un exitoso robo de banco del cual parecen haberse salido con la suya, hasta logran abordar un avión hasta Argentina a entregar el dinero a quien los contrató. A la hora de hacer la entrega todo parece estar saliendo bien hasta que surgen hombres armados de la nada, una balacera surge, después una persecución cuando estos hombres se llevan el dinero mientras que Carlos y Leo los persiguen desesperadamente. Mas tarde, todos se reúnen nuevamente a excepción de Leo, quien parece haberse perdido en la persecución. Es bastante obvio que los hombres armados sabían sobre el dinero de antemano, como supieron? Quien se los dijo? Hay un traidor entre ellos?
Antes de desaparecerse Leo menciona dos nombres, quienes son los que planearon el robo desde el comienzo y quienes habitan ahí mismo en Buenos Aires. Uno de ellos es un mafioso llamado El Tejano, y el otro es Pablo Benes, El Jefe de la Policía. Leo parecía tenerle más confianza al Tejano así que acuden con el por apoyo, pero lo único que obtienen es una amenaza y una fecha limite para entregar el dinero, tomando a Mónica como rehén.
En películas de acción los personajes se meten en problemas, pero saben lo que están haciendo y tienen control de la situación. Los personajes de este filme están igual de perdidos y asustados como nosotros estuviéramos en sus casos. Carlos y Leo rondan por las calles de Buenos Aires discutiendo, alarmados, sin idea de cómo van a solucionar los problemas. Los protagonistas de este género son personajes firmes, astutos, y seguros de si mismos. Carlos no es nada como estos personajes, es mas similar al protagonista de “Children of Men” quien se encuentra en medio de una guerra y trata de salvarse a si mismo y a los que lo rodean sin resaltar como un héroe, y mayor parte del tiempo se encuentra petrificado de miedo. Tan solo en la persecución de la emboscada este es atropellado. Se levanta, se roba una motocicleta, sigue en la persecución, y momentos después se revuelca con ella.
SDS es mas una tragedia que una película de acción, pone a sus personajes en una situación muy compleja y es muy probable que no salgan del todo bien. Imagínense, Carlos y Leserio son dos hombres solamente, y no cuentan con el apoyo ni de la Mafia ni de la Policía por que los líderes de dichos bandos están, hasta cierto punto, aliados. Ambos están solos en esto contra todo un ejército de policías y mafiosos, en una ciudad desconocida, caminado por las calles solitarias de la ciudad, y ambos son igual de incompetentes frente esta situación. Hay un momento en el que Carlos, de una manera arrogante, prepotente y a través de insultos, enfrenta al Jefe de la Policía, solo para después retractarse y disculparse. Momentos después los policías le darían una paliza en un callejón. Serán buenos para robar, pero no para esto.
Esto es admirable pero a la vez es defecto para el filme. La gran mayoría de nosotros reaccionaríamos igual que estos personajes en esas circunstancias, por lo menos yo reaccionara con terror. Esto causa que nos identifiquemos con ellos, lo cual siempre es bueno para una película. Lo malo es el género al que pertenece. Las películas de acción llegan a ser emocionantes y divertidas. No hay nada divertido en ver a dos personajes en una situación en la que casi no hay esperanza de supervivencia y al mismo tiempo no parezcan ser capaces de poder solucionarlo, y ellos lo saben.
El filme es intrigante, las escenas de acción son buenas. Celso Bugallo como el Tejano y Oscar Alegre como el Jefe de Policía crean dos buenísimos antagónicos e intimidantes, y hay diálogos, escritos por Dalton, que son verdaderamente buenos en interpretar el poder y conocimiento de los personajes al momento en que los dicen, sobre todo los de los dos villanos. A final de cuentas es un buen filme, y hay cierta honestidad en lidiar con la trama de una manera realista, pero a la vez queremos ver más diversión, carisma y emoción en filmes de este género, no ver a los personajes lidiar con un caso y aceptar lo perdido que realmente está. Una que otra broma tampoco le hubiera caído mal, lo cual se me hace raro pedirle esto al director del filme en donde sale el “pinche bisco”.
