La semana pasada en "La Esquina del Cine" se armó la discusión sobre el FACINE y sus diversos objetivos. Fue una discusión bastante interesante, pero la llave de todo es determinar qué es lo que su organizador, Juan Alberto Apodaca, quiere lograr con él, y no me refiero a la automática respuesta de que quiere abrir un espacio donde se lleve a cabo un análisis de forma académica, sino que es lo que realmente quiere causar en el espectador. Yo no fui esta vez al evento, pero fui el año pasado, y según la descripción de los que sí fueron todo fue exactamente de la misma manera, aunque claro, esta la clara diferencia de que esta vez se llevó a cabo en la cineteca en vez del ICBC. Yo fui muy honesto a la hora de dar mi opinión sobre el evento y afirmé que este no era del tipo que me apetecía ya que todo era como estar en una clase, pero tampoco me iba a poner a desprestigiar lo que se hizo simplemente porque se me hizo indiferente. Los eventos que a mí me gustan son los festivales de cine en donde los cineastas comparten sus experiencias de manera más personal y nos involucran más a los presentes a través de historias, anécdotas, e incluso análisis. El FACINE es otro rollo, no parece tener ningún interés por lo creativo y se enfoca más en la percepción e interpretación académica de lo que aparece en pantalla. Toda conversación sobre el cine me parece interesante, pero el análisis es tan a detalle que me viene la duda si aquellos que se dedican a esto pueden relajarse, ver una película y disfrutarla sin que se interfieran sus profundísimas observaciones de por qué el filme se llama como se llama, entre otros puntos que consideran importantes.
Apodaca invita a todos los jóvenes realizadores que se acerquen, hagan sus propuestas, y aporten a la causa. Esta es una petición razonable y que cualquiera en su lugar hiciera, pero la duda que todos tenemos es ¿cuál va a ser nuestro beneficio? ¿Que obtendremos del evento? La respuesta tal vez será que muchos salgamos con un mejor conocimiento de lo que es el análisis y lo apliquemos en la siguiente película que veamos en la pantalla grande o chica. A mí en lo personal me cansó el evento, aunque lo interesante de este año es que participaron realizadores como Jesús Guerra, Ricardo Silva, y Adriana Trujillo, pero dudo que a la hora de estar en el escenario se hubieran limitado a otorgarnos datos analistas y estoy casi seguro que sus conversaciones fueron intimas y personales sobre el proyecto. Así que no se, esto tal vez hizo la diferencia este año.
Otra pregunta que surge es ¿cuál es el tipo de público en el que está interesado? ¿En nosotros los realizadores?¿En puros maestros y académicos? ¿O en los dos? Si es así lo único que puedo aconsejarle a Apodaca es que para jalar a más realizadores ocupa un mayor gancho que tome forma de festival (Conferencias con realizadores, muestras de sus trabajos, diálogos al respecto, etc), pero su enfoque es más para los académicos, y en cuanto eso ha hecho un buen trabajo en acaparar el interés de estos. Es como dije al comienzo, ¿qué es lo que quiere lograr Apodaca? Esa es la pregunta clave, pero por ahorita les puedo asegurar que la mayoría de realizadores no sienten que sea un evento para ellos. Tal vez no lo es.
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